Es una zona extremadamente sensible y sexual del cuerpo de la mujer. Equivale anatómicamente al glande (cabeza del pene) en el hombre.
Se encuentra en la zona superior de la vulva donde se unen los labios menores. Por tanto, su situación es externa en su parte visible y está recubierta y protegida por un pliegue de piel o prepucio al igual que sucede con el pene masculino. En su parte interna se extiende abarcando la entrada vaginal y tiene miles de receptores sensitivos que acumulan la excitación sexual.
Su única función es sexual y erótica. Realmente es el único órgano humano cuya única función es servir de acumulador de sensaciones sexuales que pueden terminar en el orgasmo femenino
Podemos decir que es la “llave” del orgasmo femenino en cuanto está necesariamente implicado en la consecución del mismo.