¿Qué es el vaginismo?
Comúnmente se conoce como vaginismo el trastorno sexual femenino consistente en la imposibilidad de realizar el coito o penetración vaginal.
Las mujeres que lo sufren manifiestan un dolor intenso en la entrada de la vagina cuando intentan el coito y esto las desanima a continuar. Si se repite en varias ocasiones, se llega a evitar directamente el intento de penetración durante las relaciones sexuales.
El vaginismo, propiamente dicho, consiste en la contracción o espasmo de la musculatura que rodea la vagina de la mujer. Esto se produce de modo reflejo y, por tanto, sin el control voluntario de la mujer que solo siente dolor si se fuerza.
Algo que puede confundir todavía más a muchas mujeres que sufren de vaginismo, así como a sus parejas, es la facilidad de excitación y orgasmo en la mujer tanto en su autoerotismo como en pareja, así como una actitud, por lo general, desinhibida y abierta hacia el sexo y el placer, en la mayoría de las ocasiones.
El vaginismo, en la inmensa mayoría de las ocasiones, sucede desde el primer intento de coito, es decir, que la mujer nunca ha logrado realizar la penetración vaginal.
Por lo común, se produce un vaginismo propiamente dicho tras un periodo de fracasos reiterativos. Generalmente suelen renunciar a las relaciones coitales hasta que aparece el deseo de un embarazo y lo intentan de nuevo, confirman la dificultad de penetración y acuden entonces a un especialista.
Si una mujer ha podido disfrutar de una sexualidad placentera donde sí ha podido realizar el coito y es entonces cuando aparece este problema, suele deberse a circunstancias de origen traumático y doloroso (agresiones de tipo sexual en muchos casos), o como consecuencia de una intervención médico-quirúrgica también agresiva en la zona pélvico-genital.
Prácticamente en todos los casos el vaginismo está causado por factores de tipo psicológico, que fundamentalmente tienen que ver con un mal aprendizaje debido a circunstancias diversas que se pueden ir sumando entre sí hasta provocar esta respuesta de defensa sexual en la mujer: una educación puritana estricta, una mala socialización del control de esfínteres, problemas sexuales del compañero, los efectos de una violación (entendiendo por tal la percepción de la experiencia, es decir, que algunas mujeres pueden vivir su primera experiencia sexual como una violación), la falta de información sexual y la existencia de mitos y creencias erróneas acerca de la primera experiencia sexual de coito, de lo cual puede derivarse el temor al dolor.
Hemos visto que hay un gran número de causas remotas pero la causa inmediata específica del vaginismo es siempre la respuesta aprendida de defensa o evitación del coito producida por experiencias dolorosas previas al intentar realizarlo.
Es importante señalar que tiene una solución siempre y se debería pedir ayuda al terapeuta sexual para evitar acumular experiencias dolorosas, miedo y angustia derivada de todo ello.