Es el motor de la LIBIDO, las ganas sexuales y la apetencia erótica. La naturaleza nos dota del deseo sexual como manera de crear relaciones y también como mecanismo reproductor en parejas heterosexuales.
El nivel de deseo sexual puede variar mucho entre las personas, sobre todo por factores como la educación y el tabú del sexo. Mujeres y hombres tienen niveles de deseo sexual similares aunque las diferencias pueden ser muy grandes entre dos individuos del mismo sexo.
Puede verse afectado por el estrés, los miedos sexuales y estados de agotamiento. La rutina y la monotonía en parejas de larga duración explica la disminución grave del deseo sexual. Por tanto debe ser tenido en cuenta para evitarlo.
Si una pareja estable mantiene una sexualidad creativa puede disfrutarlo durante toda la vida.